El autofoco es un dispositivo profesional que se utiliza principalmente para obtener imágenes rápidas y precisas. Incorpora sistemas mecánicos y ópticos complejos, capaces de optimizar automáticamente la distancia focal del objetivo para garantizar imágenes de alta definición. Es fácil de manejar y tiene una estructura robusta, capaz de funcionar de forma estable en diversos entornos. Tanto los profesionales como los usuarios principiantes pueden dominarlo fácilmente.